En pleno centro de Murcia se está cometiendo un crimen contra el patrimonio histórico, sin que las autoridades hagan nada por evitarlo. Lo peor del caso es que sería la segunda vez que se intenta tal atrocidad. La primera tentativa de destrucción del arrabal andalusí de San Esteban podemos situarla entre una fecha indeterminada del año 2009 ,en que empiezan a salir a la luz partes del barrio musulmán, y el 9 de Diciembre en que se suspenden todas las obras del aparcamiento que se iba a construir. Dicho crimen, aún no consumado, se preparó minuciosamente a través de varias fases :
a) primera: negación de la existencia de la víctima ( véanse declaraciones de responsables de la administración municipal : se trata tan sólo de restos del manicomio del siglo XIX) Está claro que si algo o alguien no existe se le puede eliminar con mayor impunidad.
b) segunda: negar la importancia de lo que iba apareciendo ( no había ni mezquita ni palacios , sino oratorio y casas señoriales …) Si no puedes negar la existencia de la futura víctima , prepara una campaña difamatoria que haga perdonable su desaparición. Medida complementaria: ocultar tras una doble valla lo que iba saliendo .
c) tercera: mutilación . Si no se puede destruir todo , destruyamos lo más posible ( se trasladará sólo una quinta parte temporalmente a otro sitio, se construye el aparcamiento, y después se vuelven a colocar los restos )
El pasar de una fase a otra era necesario por la aparición del movimiento ciudadano que dio a conocer el hallazgo y su verdadera importancia. En otras ocasiones se ha destruido patrimonio en la región directamente.
El punto culminante se produjo el 9 de Diciembre , el día en que el movimiento ciudadano logró impedir lo que iba a ser la inminente ejecución del delito. Los sucesos de aquella histórica jornada ( paralización por parte de la jueza de las obras de desmonte , bloqueo de los camiones que pretendían sacar del yacimiento partes de lo desmontado y por último la orden llegada desde Alemania que anulaba toda la operación son bien conocidos.
Tras el día 9, se produce un momento de transición. Como ya dijera Nietzsche, lo importante no son los hechos sino sus interpretaciones. Y así se procede desde las instancias gubernamentales a fabricar el relato de lo sucedido. Nadie había pensado eliminar el yacimiento ( el presidente regional ya había decidido 20 días antes ( ¡ qué causalidad ¡ precisamente la fecha aproximada en que el movimiento ciudadano empieza a organizarse) que no habría aparcamiento, aunque al parecer nadie del gobierno regional se enteró. Igual ocurrió con el alcalde Cámara que también lo sabía pero que también “olvidó” comunicarlo a sus concejales. Mientras el director de Bellas Artes , declaraba que no se sentía desautorizado por la decisión presidencial y a la vez hablaba de lo bien que lo había hecho. Resumiendo: se trataba de reducir el papel de la movilización ciudadana a cero y engañar de paso a toda la opinión pública acerca de las verdaderas intenciones iniciales. Como me decía un amigo aquellos días : al final va a resultar que todos ellos querían salvar el yacimiento y erais los de la Plataforma los que queríais destruirlo.
Lo importante estaba en que ,sin que nadie lo percibiera en ese momento, acababa de empezar la segunda etapa del intento de eliminación, aquella en la nos encontramos. Los medios son más sutiles y aparentemente inofensivos pero a la larga igual de mortíferos. Ya no se trata de entrar con las excavadoras a destruir la zona arqueológica , sino simplemente de dejarla morir con la ayuda de las intensas lluvias.
Lo auténticamente escandaloso es que desde ese día 9 no se ha hecho nada en el yacimiento. Se le ha dejado abandonado a la intemperie. Se cumplen hoy 66 días en los que el complejo palatino ha sido sencillamente olvidado. ¿Qué es peor matar a una persona en una acción violenta o dejarla morir lentamente negándole la falta de atención debida? Eso es lo que están haciendo ahora mismo tanto la administración municipal y regional que ni tan siquiera se ponen de acuerdo. Por supuesto que las excusas son muchas y aparentemente razonables : en primer lugar la burocracia, espantosamente lenta ahora que se trata de proteger el yacimiento que en cambio iba rapídisima cuando se trataba de destruirlo. La declaración del yacimiento como BIC ( Bien de Interés Cultural ) tardó 36 días en producirse cuando se podía haber ejecutado por trámite de urgencia en unos días. Todos los esfuerzos se reducen a planear comisiones que decidan cosas tan remotas, sin duda necesarias a largo plazo pero no perentorias ahora, como la musealización , cuando lo que hay que hacer ahora es proteger la zona arqueológica y la mejor manera para hacer eso es seguir excavando. Precisamente la única decisión nueva tomada hasta ahora ha sido despedir al equipo de arqueólogos que ha trabajado hasta este momento en el yacimiento . A no ser que lo que se pretenda es dilatar el proceso, no tiene sentido hacerlo así. En cambio siguen en su sitio técnicos que aconsejaron desmontarlo.
Por eso desde la Plataforma queremos denunciar ante la opinión pública la situación actual. No podemos consentir que el yacimiento se disuelva entre la lluvia. Por ello se está haciendo una campaña de presencia en la calle. Quizás el posible lector nos haya visto : llevamos un chaleco reflectante verde , con la leyenda “Vigilantes de San Esteban” y reivindicamos, con nuestra presencia en todo tipo de actos, especialmente aquellos donde estén los responsables del abandono ( ordenados por grado de responsabilidad: Director general de Bellas Artes , alcalde de Murcia, y Valcárcel, presidente regional ) medidas eficaces que impidan que lo salvado el día 9 de Diciembre se deje morir ahora.
Este artículo ha sido publicado en el diario La Opinión de Murcia, hoy 13 de Febrero.