Veo las imágenes de celebración por la caída de Berlusconi y no puedo sentir sino una mezcla de sensaciones. Comprendo lo que están sintiendo mis amigos italianos y comparto su alegría. Han sido muchos años de sentir vergüenza por verse representados en el mundo por un personaje de tal calaña. Y cabe tener la esperanza de que ahora, que no puede protegerse por leyes especiales que buscaban exclusivamente la prescripción de sus delitos, pueda acabar en la cárcel. Pero al mismo tiempo hay un hecho fundamental que debe enturbiar toda la celebración . Berlusconi no ha caído por alguna de las múltiples tropelías que ha cometido durante estos años . Simplemente lo hace porque los mercados no lo ven capaz de imponer las reformas que han decretado y que de forma drástica debe sufrir Italia . Lo sucede Mario Monti , un economista con relaciones con el BCE y que deberá aplicar las recetas del FMI. No es por tanto una victoria del pueblo sino una exigencia de esas oscuras fuerzas económicas que se quitan su careta , y sin importarles que se note, derriban impunemente gobiernos y los sustituyen por otros técnicos y de unidad nacional. Ha ocurrido en Grecia , ahora en Italia y desde el 10 de Mayo del 2010 en la práctica lo hacen en España.
Mientras tanto aquí vivimos un proceso electoral, y aunque desde algunos partidos como Equo o como la experiencia que pueda ser Asamblea para el Senado lo podamos ver con la ilusión de estar construyendo un nuevo proyecto, eso no puede ocultar el hecho de la farsa y el gran engaño que supone todo el proceso . Todo está preparado para que PP o PSOE , o incluso ambos juntos en un gobierno de unidad , ejecuten a espaldas de la población esos recortes que van a imponer los mercados como única solución.
¿ Sabremos responder a esos recortes ?
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